Ruta, Moncayo por Collado Castilla desde Haya Seca

Saludos cierzeros. La ruta de hoy nos lleva a visitar el techo del Sistema Ibérico, El Moncayo, más concretamente su pico más alto, Pico de San Miguel. Utilizaremos una ruta menos conocida para la subida y descenderemos por la ruta más habitual.

Aprovecharemos, para después de habernos encontrado unas chapas por el camino y recordar algo sobre unos aviones, contaros tras una pequeña investigación por la red unas curiosidades de esta zona de la Sierra.

Llegaremos con el coche hasta el aparcamiento de Haya Seca,...
desde el que falta poco menos de un kilómetro para llegar a la casa.

Así como el resto de la ruta está bastante bien marcada, su comienzo, parece estar escondido entre los matorrales. Nos fijaremos en el lado contrario a los coches, en una apertura que hay entre la vegetación, con una losa de piedra en el suelo y ahí a unos 1580 metros de altitud comenzara nuestra andada. 

La primera parte de la ruta discurre entre vegetación de monte bajo durante un kilómetro aproximadamente. Dando paso a una zona de pedreras limpia de árboles por la que avanzaremos sin perder las marcas del camino. No hemos visto señalización de ningún PR, así que deberemos seguir los hitos de piedras.

Vamos ganando altura poco a poco, llegando a alcanzar en esta pedrera los 1850, aunque volveremos a bajar hasta los 1820 metros, al rondar los tres kilómetros de ruta, es en este punto donde volvemos a encontrar unos metros de sendero entre pinos.

Nada más entrar en estos pinos, nos encontramos con una cabaña de piedra, que a falta de su tejado, esconde en su interior unas chapas que despiertan nuestra curiosidad, pues en alguna ocasión ya hemos oído hablar de la existencia de restos de fuselaje de aviones en esta zona. 

En llegar a casa y tras una simple búsqueda por la red nos encontramos con suficiente información sobre el tema, a pesar de leer en diferentes blogs y webs, todas hacen referencia al libro “Los aviones del Moncayo” de Michel Lozares. 

Michel hace referencia a nueve aviones accidentados en la zona, siete militares y dos civiles, aunque en realidad en el pico del Moncayo han sido dos militares y un civil, el resto se encuentran en las cercanías.

En los años 70/80 se estrellaron dos Phanton F-100 y una Piper Cherokee. Posiblemente estos accidentes se debieran a los datos encontrados en las cartas de navegación de la época, pues le otorgaban al Moncayo 2200 metros de altitud y no sus 2316.

Los restos que nosotros vemos pudieran ser por su localización los del F-100 que el 18 de mayo de 1970 y tras rozar en la cima con su barriga se precipito en la zona del Barranco de Castilla esparciendo sus restos por una amplísima zona a pesar de no haber explotado sus depósitos. 

El otro Phanton se estrello en la cima esparciendo sus restos en el lado soriano, los cuales fueron retirados y hoy es muy difícil de encontrar nada a no ser fragmentos muy pequeños.

De la Piper Cherokke podemos decir que en ella se encontraba como copiloto y acumulando horas de vuelo, la que podría haber sido la primera piloto de IBERIA de no haber perdido la vida en este accidente. 

Por lo que hemos hablado con otros amigos, para encontrar más restos deberíamos de descender siguiendo el barranco pero nosotros seguimos a lo nuestro y continuamos hacia la cima.

Tiramos por la senda y nos encontramos de nuevo expuestos al sol, pues ascenderemos hasta el Collado de Pasalobos paralelos a los pinos que se mantendrán a nuestra izquierda.

Una vez en el Collado a unos 1950 metros de altitud y casi llegando a los cuatro kilómetros de andada, podemos irnos a nuestra derecha y coronar Peña Negrilla 2117 metros. En línea recta y sobre el mapa nos separan unos 500 metros de su pico así que si queréis ir calculad sobre el kilómetro largo. 

Nosotros continuamos nuestro camino y desde aquí y durante aproximadamente 1,5 km mantendremos la parte más dura de hoy. Ascendemos por una zona de piedras en la que el camino no está totalmente claro. Se encuentran hitos de piedra que iremos uniendo adivinando un poco el camino, pero siempre con un destino final muy claro, la cima.

Poco después de llegar a los 5 km de ruta llegamos a la cima en la que como siempre descansaremos un rato, un bocado, un trago deeee… ¿agua? ¿vino? Bueno eso ya al gusto, unas foticos y continuamos ya nuestro camino. Como de costumbre el Moncayo nos recibió con un considerable cierzo y una temperatura muy poco agradable para encontrarnos a finales de junio. 

Seguimos cresteando para en el Cerro de San Juan, 2279 m., enlazar con la ruta más habitual de subida y descender por ella.

De aquí y hasta llegar al coche recorreremos unos 4 kilómetros siguiendo el PR, pasando de la primera zona, agreste y despoblada de vegetación, a una zona final entre pinos que nos llevaran hasta la casa y podo después hasta nuestro coche. 

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