Homo Guarensis
En un lunes de niebla, en la Plana de Huesca, llego
al mundo un “Homo Guarensis” fruto del amor que se profesaban un hombre de la
Peña Sen con una mujer de la Peña Men,
si esas dos moles pétreas, que unidas llamamos Salto de Roldán, dos colosos,
que un intrépido caballero franco, decidió saltar de una peña a la otra, a
lomos de su corcel, intentando escapar de las huestes sarracenas.
Que poético me ha quedado, pero en cierta manera.....
es
una manera de describirme “Homo Guarensis”, que siente en su sangre la Sierra
de Guara, al igual que mis padres, ambos nacieron en dos pueblos de esta
magnífica sierra, Nueno, en el caso de mi padre y San Julián de Banzo en el
caso de mi madre.
Salto Roldan
A lo largo de los años, he ido conociendo poco a
poco la sierra, unas veces fue mi abuelo materno quien me la fue descubriendo y
otras veces compañeros y amigos que han compartido conmigo el mismo sentimiento
de admiración a estas montañas y a sus recónditos parajes.
Y es que desde muy joven me ha gustado caminar los
senderos, que son las venas por las cuales los seres humanos entran en contacto
con su entorno, a lo largo de los tiempos estas rutas y sendas han sido
testigos del trasiego de mercancías, de la búsqueda del sustento y de
acontecimientos históricos.
Son también
el vehículo por el cual los hombres hemos ido humanizando el entorno, no
siempre de forma acertada, pero en otros sí, porque no olvidemos que sin
nosotros hay espacios naturales ya humanizados que necesitan de nuestro cuidado
y conservación para seguir manteniéndolos, que sería de los montes sin la
acción de las cabañas de ganado.
Las sendas son parte de nuestro acervo cultural y
patrimonial, son vestigios de otros tiempos, y son una estupenda manera de
disfrutar de los espacios naturales practicando una actividad muy recomendable
para todos los públicos.
Para mí son también una motivación, consiguen sacar
lo mejor de mí mismo y saber que estoy en condiciones de hacerlas me sirven
para superarme día a día y mejorar mi condición física, por eso ánimo a todo
aquel que quiera mejorar su condición física el realizar este tipo de actividad
física.
En la actualidad, tener como compañero de
fatigas a Luis, ese Homo Moncayensis que comparte este blog conmigo, ha sido
todo un acierto porque me ha permitido conocer mucho más la emblemática Sierra
del Moncayo, que para mi guarda muchos paralelismos con Guara.
Recorrer las sendas del Moncayo es todo un placer
porque están cargadas de muchos elementos, y siempre me acabo preguntando el
porqué de su existencia, no me conformo con ver solo la belleza natural,
necesito saber para que se usaban y que acontecimientos se desarrollaron en
ellas.
Por eso a lo largo de este blog, mi función va a ser
dar contenido a esas rutas y a esos parajes, espero que os gusten los
comentarios porque yo agradeceré con gusto los vuestros y sobre todo vuestras
sugerencias, mi deseo es que este blog tenga vida y esa vida solo la podemos
dar quienes lo hacemos y aquellos que participan en él con sus comentarios.
Un saludo a todos y espero que os guste:
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